Johnny Bravo habla como Elvis y su estilo de seducción es igual de anticuado, pero cuando se trata de perseguir mujeres, tiene la constancia de "Pepe Le Pew". Se mueve rápidamente, al igual que el "Demonio de Taz-Mania", con estilo (y con un espectacular corte de pelo), las poses que va asumiendo al azar se encuentran entre Mr Universo y la Madonna. Desafortunadamente, haga lo que haga o se encuentre donde se encuentre, Johnny generalmente termina siendo su peor enemigo.
Este personaje reafirma su enorme ego con una euforia sin límites, a través de la cual pide a gritos la admiración desenfrenada de los demás. Pero su búsqueda desesperada por atención lo lleva a hacer cosas un tanto ridículas, especialmente cuando se trata de su madre.
Johnny hará cualquier cosa con tal de agradar a su mamá, Bunny Bravo, si considera que ella necesita su ayuda. El tremendo sentido de lealtad de Johnny hacia ella sólo se equipara con su equivocado sentido de caballerosidad hacia las mujeres. En cada una de las aventuras es cada vez más evidente que no es ni el hijo perfecto, ni un príncipe azul.
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